Te mereces a alguien que te amará incondicionalmente. Alguien que no vacilará en su decisión de quedarse con usted cuando esté inundado de depresión o ansiedad. Alguien que no huirá instintivamente cuando las cosas se pongan difíciles. Alguien que no te abandonará cuando más lo necesites.

¿Qué tienes para ofrecer en una relación?

Te mereces a alguien que te trate de la manera en que todos tus ex deberían haberte tratado. Alguien que realmente cumpla con sus estándares. Alguien que te dará el respeto y la honestidad que te has ganado desde el principio.

Te mereces a alguien que no solo decir que tienen fuertes sentimientos hacia ti, pero tomarán medidas para probar esas palabras. Alguien que se esforzará por planificar citas y compartir secretos y, en ocasiones, será romántico. Alguien que hará todo lo posible para mantener su relación fuerte.



Te mereces a alguien que te haga sentir amado cada maldito día, no alguien que te haga preguntarte si sus sentimientos han cambiado o no de la noche a la mañana. Te mereces a alguien que brinde su afecto y atención libremente sin que tengas que rogar por ello. Te mereces a alguien que no tenga miedo de decirle al mundo lo que siente por ti porque se siente afortunado de tenerte.

Te mereces a alguien que te quiera, a pesar de que hayan visto todos tus defectos. Alguien que acepta que eres el tipo de persona que piensa demasiado y reacciona de forma exagerada. Alguien a quien no le importa que nunca vayas a ser talla cero o que te consideres un diez perfecto. Alguien que te ama tal como eres.

Te mereces a alguien que nunca frene su amor. Alguien que tome tu mano en público, sin importar quién esté cerca para mirar. Alguien que te besa en la frente con tanta frecuencia como el cuello. Alguien que dice Te quiero cada vez que sienten la necesidad, porque mereces escuchar esas palabras tanto como sea humanamente posible.



Te mereces un amor ilimitado de la persona que te promete para siempre. De la persona que jura que significa más para ellos que cualquier otra persona.

Por supuesto, también mereces el amor de tus amigos cercanos y familiares. Usted merece rodearse de personas que ven lo mejor de usted, no de personas que lo derriban, no de personas que señalan sus defectos, no de personas que le hacen sentir que nunca va a lograr lo suficiente.

Sobre todo, mereces amor de ti mismo. Debes dejar de pensar demasiado en cada pequeña cosa que haces. Debe dejar de criticarse de una manera que nunca soñaría con criticar a nadie más. Debes dejar de asumir que hay algo horriblemente mal contigo, que arruinas todo lo bueno que entra en tu vida. Debes dejar de actuar como si fueras menor, como si no merecieras la felicidad. Necesitas aprender a amarte a ti mismo. Necesitas usar tu corazón suave para ver lo bueno en ti mismo.



Porque, no importa lo que te hayas engañado a ti mismo para creer, mereces amor.