Sé que es difícil en este momento, pero espera. Sé que te preguntas cada día por qué duele tanto. No sé la respuesta a eso, pero les puedo decir que todo estará bien. Probablemente no sea el tipo de autorización que tenías en mente, pero sobrevivirás. Va a ser un camino largo y difícil, pero eventualmente, prosperar.

Recuerda quién fuiste antes, antes del dolor, la angustia y las decepciones; antes de todas las mentiras y palabras vacías. ¿Quién eras? ¿Eras alguien dulce? ¿Eras el tipo de persona que se despertó con una sonrisa? ¿Te tarareabas en el trabajo? ¿Siempre viste el lado positivo?

Sé que esa persona parece un extraño ahora, pero tú sigues siendo esa persona. En el fondo, sigues siendo quien solías ser. Regresa. Mejor tu mismo. Tienes mucho que ofrecer al mundo. No tengas miedo.



Si te despiertas y el mundo parece demasiado pesado, entonces permítete sentir su peso. Llora si debes hacerlo. Siente la totalidad de tus emociones, pero también ten el control de ellas. Tarde o temprano, el dolor se detendrá. Solo espera. Tome todos los días un paso a la vez. Sé que te sientes desesperado en este momento. Debes dejar ir algo tan importante para ti y tus sentimientos están justificados. Sientes que nunca volverás a ser feliz, o que nunca podrás volver a amar. Cariño, está bien. Pero ten esto en cuenta; Todavía hay tantas cosas que experimentar, tantos lugares a donde ir y tantos otros sueños que perseguir. Tómate tu tiempo pero no te quedes fuera por completo. Ten cuidado, ten miedo; pero también date la oportunidad de ser feliz. Después de todo lo que has pasado, te lo mereces.

Y lo más importante, ámate a ti mismo. No importa lo que otras personas te hayan hecho o lo que te hayan dicho. No te conocen. No pueden ver el corazón dentro de ti; El corazón que conozco es puro y amable. Asómbrate de quién eres y en quién te estás convirtiendo. Ama tu sonrisa y la forma en que te ríes. Ama tu incomodidad. Me encanta la forma en que te tomas horas para prepararte para el trabajo. Ama cada aliento que tomas. Ámate a ti mismo tanto que los demás no podrán hacerte sentir pequeño y no deseado. Ama cada defecto, cada debilidad y esfuérzate por ser la mejor versión de ti mismo, no para los demás, sino para ti. No eres un inconveniente. Lo vales.