
Al que más me hizo daño, deseo que tus palabras armonicen tus acciones. Deseo su simulación de aprecio por mi compañía o, a través de nuestro abrazo de dieciocho horas, que sus sentimientos estén sincronizados. Que estabas haciendo esas cosas dulces en el momento porque te importaba, porque sentías de la misma manera que tus acciones demostraban que lo hacías.
Para el que más me hizo daño, desearía que cuando le pidiera una aclaración, eligiera la honestidad. Deseo que cuando pronuncie esas espantosas palabras de 'qué somos', su respuesta coincidía con la forma en que me mostró que se sentía. Desearía que hubieras dicho lo que pensabas y simplemente me hubieras dicho que tu interés se había agotado y que ya no me querías ni lo que estaba dispuesto a ofrecerte.
Al que más me lastimó, desearía que cuando hubiera decidido alejarme, me hubieras perseguido. Desearía que no me vieras como una tarea o un trabajo, sino como un alivio, una salida para que compartas tus pensamientos más profundos y tus sueños más salvajes. Ojalá no me hicieras a un lado porque estabas 'demasiado ocupado en ese momento de tu vida'.
Al que más me hizo daño, desearía que nunca cambiaras. Desearía que mantuvieras el mismo esfuerzo con el que empezaste. Desearía que nunca me hubieras dicho que estabas interesado en mí cuando ambos sabemos claramente que solo te interesa la comodidad para ti.
Para quien más me lastimó, deseo que cuando tomé la decisión consciente de regresar, hubieras sido honesto acerca de no quererme. Desearía que me hubieras dicho que tu interés se había ido.
Para el que más me lastimó, desearía que nunca me tomara tanto tiempo descubrir lo que estaba pasando. Desearía que no tuvieras tanto control sobre mí como tú. Deseo que el cuestionamiento de mi belleza, inteligencia, independencia y autoestima nunca haya comenzado. Desearía haberme tomado el tiempo para reflexionar sobre la situación y encontrarla dentro de mí antes.
Para el que más me lastimó, desearía haber encontrado la fuerza interior para irme y quedarme fuera. Para no volver atrás. Darme cuenta de que merecía algo mejor que lo que me ofrecías o más de lo que me tratabas. Para darme cuenta de las banderas rojas y las señales que me informan sobre las decisiones que necesitaba tomar por mí mismo. Ignorar la hipocresía en tus palabras y seguir la verdad encontrada en tus acciones. Desearía haberme dado cuenta de que merecía algo mejor. Que solo podrías tratarme como te permití. Que sus palabras de 'me importa' o 'nada para mí ha cambiado' no significaba absolutamente nada más que razones de autogratificación.
Desearía haberme dado cuenta de que ...
El que me hizo daño fuiste tú, pero el que más me hizo daño ... fui yo.