Cuando es tarde, y el mundo se ha ido a la cama, ¿te das la vuelta y me alcanzas? ¿Te imaginas mi cabello, todavía húmedo por la ducha y desparramado sobre la almohada? ¿Te gustaría poder pasar las manos una vez más y decirme que me amas como deberías, una y otra vez?

¿Alguna vez me cruzo por tu mente?

Cuando preparas la cena y buscas esa espátula con el rincón derretido, ¿recuerdas cómo la dejé en la estufa demasiado tiempo, distraída por una canción, bailando en la sala de estar con esa sudadera extragrande? ¿Recuerdas la sonrisa en mi rostro, la sonrisa que siempre te acompañaba sin esfuerzo? ¿Recuerdas cómo fingiste estar enojado, solo por un segundo, por esa estúpida espátula de dos dólares y ambos nos reímos? ¿Recuerdas cómo nos besamos con la melodía de esa canción, nuestros salteados ardiendo en la estufa y la habitación tan mareada, pero no nos importó el mundo?



las esposas militares engañan

¿Alguna vez piensas en mí cuando menos lo esperas y te duele?

Cuando es de mañana y tropiezas con el baño, el que ya no tiene dos juegos de cepillos de dientes o una colección de horquillas en el borde del fregadero, ¿respiras profundamente y tratas de recordar el aroma de mi perfume? Cuando se salpica agua fría en la cara, ¿es por necesidad o porque está tratando de quitarme el pensamiento de la mente cansada?

¿Alguna vez te extrañaste?



A veces me pregunto dónde estás o qué estás haciendo. Si eres feliz, si estás con alguien nuevo, si estás pasando por esta vida sin preocuparte por el mundo. Si finges que no piensas en mí, pero tal vez, solo tal vez, a veces me arrastro en tus pensamientos.

A veces me pregunto si fue fácil dejarme ir.

Si salía naturalmente de la vista, fuera de la mente. Si pudieras borrar los restos de mí de tu vida sin dudarlo, o si aún mantienes esa taza de café en el segundo estante, esa carta escrita a mano en el fondo de tu cajón de calcetines, ese centavo de la suerte al costado de tu tocador, solo como un recordatorio de quién era, quiénes éramos.

A veces me pregunto si alguna vez paso por tu mente.



Tal vez inocentemente, cuando te encuentras con una nueva canción y sabes que me hubiera encantado la letra. Tal vez intencionalmente, cuando pasas esa colina donde vimos el amanecer y nos besamos a la libertad que encontramos en los brazos del otro.

que les gusta a los chicos en las chicas

Me pregunto si tu corazón se siente pesado cuando lees mis palabras, si intentas escribirte en cada historia, trata de analizar cada oración hasta que te encuentres en la página.

A veces me pregunto si te preguntas.
O si debería tratar de dejarte ir.