Siempre es suficiente: estabilidad, riqueza, sueño, felicidad, tiempo, personas y amor, entre otras cosas.

Quizás, es simplemente parte de la naturaleza humana encontrar sin cesar formas de seguir evolucionando, alcanzar hitos de manera constante, expandir progresivamente nuestros horizontes y buscar significado en nuestras vidas. Pero a veces, no importa lo bueno que haya sido tu día o lo extraordinaria que haya sido tu vida, siempre habrá momentos en los que todavía nos sentimos vacíos. Un vacío que parece imposible de llenar.

Pero, ¿por qué no estamos realmente satisfechos? Tal vez, proviene de nuestra necesidad de alcanzar siempre la perfección, de ser aceptados, de pertenecer y de nunca conformarnos. Sin embargo, no es del todo insalubre aspirar a más en la vida, ya que hacerlo nos permite crecer de manera integral, pero existen ciertas limitaciones para la autorrealización.



Constantemente vivimos nuestras vidas en busca de satisfacción y significado, a menudo en las cosas superficiales, los lugares más improbables y las personas equivocadas, terminando más insatisfechos e irreparablemente quebrados.

perder algo que nunca tuviste

De vez en cuando, nuestra hambre de tenerlo todo nos empuja a establecer expectativas poco realistas, comparar nuestras vidas con los demás y pasar la mayor parte de nuestro tiempo en cosas que son temporales, en última instancia, perdiéndonos en el proceso.

Hay miles de extraños de todos los ámbitos de la vida con los que nos cruzamos diariamente. De todos los cientos de personas que conocemos y las relaciones que construimos en nuestra vida, subestimamos lo más importante de todo: nuestra relación con nosotros mismos.



Por alguna razón, nos consume la idea de que la única forma de salir del vacío es ser salvado por otra alma. Nos gusta poner nuestra fe en las personas; esperando que puedan curar las partes rotas y llenar los espacios vacíos de nuestros corazones. Una y otra vez, debemos recordar que la única persona con la que podemos contar para salvarnos del olvido somos nosotros mismos.

La mayoría de nosotros encontramos dificultades para llegar a un acuerdo con la soledad. Tenemos mucho miedo de estar solos simplemente porque somos infelices, emocional, mental y físicamente.

No importa a dónde vayas, lo amado que seas y lo que tengas en la vida, nada de eso compensará el vacío que sientes dentro si no estás en paz contigo mismo. Lo que sientes por dentro se manifestará por fuera, así que ten en cuenta los pensamientos que elijas para llevar tu vida. Solo podríamos amar profundamente nuestra vida y apreciar todo lo que hemos sido bendecidos si comenzamos con nosotros mismos.



Invierta en experiencias de la vida, cultive sus pasiones y explore lo que el mundo tiene para ofrecer por su cuenta. Encuentra tu propia felicidad y deja que irradie amor donde quiera que vayas.

Nos hemos obsesionado con la mentalidad de que la felicidad genuina solo se puede encontrar más allá de nosotros mismos. A veces, no nos damos cuenta de que lo que necesitábamos todo el tiempo era amarnos a nosotros mismos para hacernos completos. A menudo hacemos todo lo posible para encontrar la pieza que falta que llenará las grietas de nuestras vidas sin problemas. Cuando, de hecho, todo lo que teníamos que hacer era mirar dentro de nosotros mismos.

Cuando te amas incondicionalmente, nunca tendrás que vivir otro día buscando validación en otro lugar.

Usted solo siempre será más que suficiente.