Perder a alguien no es siempre una pérdida agria. A menudo, perder a alguien tiene una connotación negativa en sí misma, pero perder no es del todo malo ni negativo. Perdemos gente todos los días, cada hora y cada segundo. Si bien reconocemos el hecho de que no todos los que ingresan a nuestras vidas se quedarán por bastante tiempo, perder a alguien no es una pérdida en todo momento.

si se va, déjalo ir

En los quinientos veinticinco mil seiscientos minutos que nos garantizan un año en nuestra existencia, piense en las personas que son importantes para usted. Piensa en todas las veces que estuvieron allí cuando las necesitabas, las veces que celebraron contigo, bailaron en tus fiestas de victoria y te prestaron un hombro para llorar. Piense en las personas que causaron impacto en su vida, aquellas que dejaron una huella, una lección y una cicatriz. Ahora haga una tarea agotadora de elegir cuál debe quedarse y qué tipo de personas tiene que dejar ir.

Nunca es una tarea fácil dejar ir a las personas que nos importan, pero tenemos que dejar de lado para poder construir nuevas relaciones. Tenemos que crecer y avanzar porque la vida no tiene un callejón sin salida, siempre hay esos giros y vueltas que lo hacen más interesante. Ahora que lo pienso, ¿quién querría quedarse atrapado en la misma burbuja durante los últimos diez años?



La gente cambia. Las circunstancias cambian. Nunca te quedes atrapado entre ellos. Claro, andas mucho, hablas de cosas al azar o haces mandados el uno para el otro; pero sé que los tiempos cambian y 'lo que solía ser' podría no ser 'lo que sería', o mejor aún, 'lo que podría ser'. No te enfades con sus interminables promesas de ponerte al día o llamarte. La verdad es que no todos tienen el lujo del tiempo para cumplir todo lo que han dicho. En medio de esas palabras vacías que nunca te cansas de escuchar, piensa en esto: siempre podrías ser su opción, pero ¿cuándo llegarás a ser su elección?

En un mundo que pide atención y el deseo de ser reconocido y admirado por todo lo que somos, recuerda que tú también eres alguien importante. No necesita que la gente le diga que es importante para ellos. Lo más importante es cómo percibes tu importancia para los demás y no al revés. Así que corta esos lazos viejos y sueltos, porque seguramente te harán una mejor persona.

Sigue adelante, porque quedarte con las personas equivocadas no te hará bien. Déjelos, porque es lo único racional que podría hacer para salvarse. No mires hacia atrás, porque no hay nada más doloroso que dejar que te detengan. Ponte a prueba, porque el cambio no comienza sin una chispa de curiosidad. Toma riesgos, porque no definen tu zona de confort. Sigue avanzando, porque estás obligado a una aventura aún mayor sin ellos.