Después de mi primera ruptura, me aterrorizaba estar solo. No me refiero a ser soltero, literalmente me refiero a estar solo. Estar en mi propia presencia. Solo. Me aferré a mis amigos y familiares tan fuerte como pude y solo me dormí si estaba hablando con alguien, si supiera que no estaba solo.

Es algo aterrador, y sabía que no podría continuar para siempre. Cuando finalmente pude hacer frente a mi propia empresa durante más de un par de horas, descubrí que había algo relajante en estar solo. No fue un descubrimiento repentino y todavía estoy ansioso cuando estoy solo. Pero cuando me voy, cuando dejo a la gente atrás, no tengo ningún problema para estar solo.

El objetivo de tantas personas es establecer el objetivo de encontrar el amor de su vida y pasar su tiempo con ellos. ¿Por qué? ¿Por qué compartir tu vida con una persona hace que valga la pena vivir? Amo a las personas, amo las relaciones, pero no sé si las personas están destinadas a estar en tu vida de esa manera para siempre. ¿Acabamos lastimándonos más? El amor es amor, hasta que no lo es. Hasta que sea un hábito y te hayas olvidado por qué vives en esta casa con esta persona que te conoce mejor que tú, pero que de alguna manera ya no es suficiente.



Necesito aventura, necesito independencia y necesito libertad, y creo que me aterra quedar atrapado en una jaula. Atrapado en una rutina que se vuelve más monótona que pacífica.

No tengo miedo de terminar solo porque ya no me tengo miedo. Sé que encontraré personas que me aman, sé que encontraré personas que me odian, y no me importa descubrir todas estas cosas por mi cuenta. No me importa tener mis propias historias para contar que no comparto con nadie.

Ir solo a lugares te permite ser completamente tú y te permite cambiar continuamente todo el tiempo. Estar solo no significa que tengas que estar solo.

A menudo estoy más solo cuando estoy rodeado de personas que cuando estoy conmigo mismo o con algunas personas cercanas que amo.

Quizás una parte de mí está aterrorizada por el compromiso. Si. Me aterra confiar en otra persona tan fuertemente, tan puramente que toda mi vida se desmoronaría si se fueran. En mi opinión, la vida es demasiado corta para desmoronarse. La vida es demasiado corta para confiar en los demás. Vive tu propia vida, toma tus propias decisiones y haz cosas que te hagan feliz. Si el amor te encuentra en el camino, dale la bienvenida con los brazos abiertos. Sé vulnerable, sé honesto, ábrete al dolor. Pero cuando llegue el amargo invierno y ya no los tenga como su hogar, no se enfríe. Quema un fuego tan fuerte dentro de ti que no necesitas nada más para mantenerte con vida.