Tal vez la frase 'sigue tus sueños' es un pequeño cliché, pero siempre he creído en ella. Siempre me he mantenido firme en el hecho de que cuando persigues lo que amas, con pasión, terminarás siendo el más feliz que hayas sido. Creo que es por eso que siempre he tratado de mantenerme ocupado. Durante la universidad siempre tuve una lista de cosas por hacer de un millón de cosas, solo para poder lograr mucho mientras seguía siendo un soñador, mientras encontraba tiempo para escribir, dibujar y redactar poemas en los bordes de todos mis cuadernos.

Siempre he sido un soñador, pero también siempre he sido un amante.

Y por mucho que creía en perseguir pasiones, mi corazón se encuentra en el camino. También he pensado en perseguir hombres. Pensé que tal vez si encontraba el correcto, nuestros sueños se fusionarían. Pensé que el amor triunfaría sobre todo, y que mis pasiones rezumarían en los agujeros donde no estaba el amor, haciéndome increíblemente feliz y completamente completo.



Pero estaba equivocado.

Me equivoqué porque me enamoré, porque todavía no he encontrado a 'mi persona' y porque decidí perseguir mis pasiones en lugar de un novio y descubrí que todo había caído en su lugar.

Mira, a veces creo que le damos demasiado crédito al amor. Sí, el amor es lo que nos hace humanos. Sí, el amor puede sacarnos del lugar más oscuro. Sí, el amor nos conecta con otros de maneras inexplicables y cambia nuestras vidas y nos trae felicidad.



Pero nuestras pasiones también lo hacen, a veces más.

Nuestras pasiones nos hacen humanos únicos, individuales y complejos. Nuestras pasiones nos sacan de la depresión, de la soledad, del miedo. Nuestras pasiones nos conectan con el mundo, nos ayudan a encontrar a otros como nosotros, nos ayudan a ver el mundo de manera diferente. Nuestras pasiones nos traen felicidad pura y, a veces, nos pueden enamorar de los demás.

Mira, son nuestras pasiones las que nos pueden salvar. El amor no puede.



Es una locura escucharme pensar en estas cosas, escribir sobre ellas, ponerlas en papel. Siempre he sido la chica que ama demasiado, se preocupa demasiado y está orgullosa de eso. Pero en los últimos meses me he dado cuenta de que el amor nos llega cuando menos lo esperamos.

El amor no es algo que persigues; es algo que descubres cuando ya estás viviendo la vida que debes, cuando ya eres la mujer o el hombre que se supone que eres, o en el camino para convertirte en esa persona.

El amor es algo que descubres cuando persigues tus pasiones y estás demasiado ocupado enamorarte de ti mismo, de tu vida, de las cosas que haces, para estar buscándolo.

No puedes perseguir a la gente, de verdad. Quiero decir, puedes, si sabes en tu corazón que los amas con todo en tu alma. Y puede hacerlo si sabe que son 'su persona' porque no puede sacarlos de su cabeza.

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Pero no puedes perseguir a las personas para encontrar la felicidad. La felicidad viene de adentro y de perseguir lo que amas hacer.

Así que no sigas a tu corazón, ese estúpido y asombroso músculo dentro de tu pecho. No lo sigas porque estás solo y porque crees que el amor te hará completo. No lo sigas porque estás perdido y no sabes quién eres ni a dónde debes ir.

Sigue tus pasiones, tus sueños. Sigue lo que te mantiene despierto por la noche o las cosas que no puedes dejar de hacer incluso si lo intentas. Sigue lo que hace que tu cuerpo se ilumine, tu alma chispee, tu boca se curva en una sonrisa inconscientemente.

Esta vida es demasiado corta para no hacer lo que amas, y celebra hacerlo.

El amor vendrá El amor está a tu alrededor.

Pero primero debes perseguir qué Tu amas. Porque al final, serás conducido al mismo lugar y serás feliz. Y tu corazón estará lleno.