Hace seis años, en diciembre, me paré en una sala con paneles de madera e intercambié torpemente anillos de boda con mi novio. Llevaba un vestido marrón, el único vestido que me quedaba sobre mi panza embarazada de 8 meses, y él llevaba una camisa casual con botones. Recitamos las líneas que nos dijeron que dijéramos: para bien o para mal, en la enfermedad y en la salud, yada yada yada y eso fue todo. Casado.

Para ser honesto, los votos eran un medio para un fin, el fin era un certificado de matrimonio y luego una nueva familia de tres con un apellido acogedor. Asumí que nuestras promesas se entendían sin una gran declaración pública (y por público, me refiero a cuatro miembros de la familia y un alcalde de un pueblo pequeño): haríamos lo que sea necesario para que nuestra relación funcione, sea un infierno o un apogeo.

Resulta que el infierno llegó golpeando bastante rápido. Nuestro santo matrimonio fue desafiado con tiempos peores, tiempos más pobres y enfermedades graves. A pesar de todo, vimos el funcionamiento interno arenoso no solo del matrimonio sino también del amor. Aprendimos más sobre nosotros y nuestra asociación de lo que esperábamos. Supongo que tiene sentido, ¿verdad? Quizás la única forma de entender realmente el matrimonio es pasar por uno.Pero entonces, ¿cómo podemos hacer promesas sobre algo que no hemos experimentado?



Sabiendo lo que sé ahora, los votos son importantes. Nos recuerdan que debemos seguir aguantando o levantan banderas rojas a aspectos de una relación que necesitan atención. Pero los votos matrimoniales tienden a ser promesas elevadas e idealistas que gotean romance o pactos genéricos de talla única que no dejan lugar para los matices o la realidad. A menudo no reflejan elrealpromesas necesarias en una asociación saludable, que son diferentes para cada pareja. Si volviera a hacerlo, tendría un nuevo conjunto de votos para dar pero también esperar a cambio. Aquí están los votos que yodebería haberhecho el día de mi boda:

1. Prometo alentar, apoyar y creer en ti. Prometo decir: '¡Sí, puedes hacerlo!', Reconocer tus puntos fuertes, ver tu potencial, especialmente cuando no puedes verlo tú mismo. ¿Por qué deberíamos estar con alguien que solo nos corta, nos critica y nos hace más pequeños?

2. Prometo hablar contigo y sobre ti con amabilidad y compasión. Porque la verdadera esencia del amor, en su esencia, es la amabilidad. Si no es amable, no es amor.



3. Prometo amarme a mí mismo tanto como a ti y nunca esperar que me completes. Y espero que puedan prometerme lo mismo, porque nunca podremos amarnos realmente si no podemos amarnos a nosotros mismos.

4. Prometo respetar tus límites, y espero lo mismo a cambio. Ambos seremos más saludables y felices por eso.

hazme perfecto

5. Prometo nunca lastimarte intencionalmente, y espero lo mismo a cambio. Porque el amor es reciprocidad.



6. Prometo escuchar con una mente abierta y un corazón abierto.

7. Prometo permitirte ser tu mejor yo y dar un paso atrás si interfiero con tu bienestar.

8. Prometo ser un espacio seguro por tus secretos y vulnerabilidades.

9. Prometo perdonarte por lo que eres, y perdonarme por mis defectos.

10. Prometo honrar tus sueños y miedos y entender quién eres, justo en este momento. No quién quiero que seas o cómo espero que cambies.

100 por ciento puro

11. Prometo tener paciencia en los tiempos oscuros. La oscuridad siempre llega, y siempre es temporal.

12. Prometo hacer tiempo para ti.

13. Prometo nunca llevar la cuenta. Las escalas no siempre estarán perfectamente equilibradas, y eso está bien.

14. Prometo elegir el amor incluso cuando no parece una opción.

15. Y si un día nos damos cuenta de que la opción más amorosa en nuestro matrimonio es separarse, crecer en diferentes direcciones, con diferentes experiencias, prometo estar de acuerdo con eso. Si bien nunca amenazaré con divorciarme por ira o miedo, yo prometo ser honesto acerca de la salud de nuestro matrimonio y SIEMPRE tener amor y bondad por ti en mi corazón.